El concepto de satisfacción vital como componente cognitivo es la valoración positiva que la persona hace de su vida en general, o de aspectos particulares de familia, estudios, trabajo, salud, amigos, tiempo libre, etc. (Diener, 1994; García, 2002; Diener, Suh, Lucas y Smith, 1999, García-Viniegras y González, 2000; Liberalesso, 2002), siendo los aspectos más cercanos de la vida personal de los individuos los que tendrían mayor influencia sobre el bienestar personal. De esta manera, la satisfacción sería un estado psicológico resultante de la relación entre el individuo (personalidad), y su entorno: estado civil, familia, participación social, satisfacción laboral, apoyo social, etc. (Moyano; Ramos, 2007).
En este caso, el ocio para algunas personas suele ser más importante que el trabajo, pero, lamentablemente, muchos no logran administrarlo adecuadamente, siendo un espacio insatisfactorio y de baja calidad (Argyle, 1999). En este trabajo (García; Ovejero, 2017) se ha analizado la influencia de la práctica deportiva en la satisfacción vital y en la autodeterminación de personas con discapacidad intelectual. El estudio se ha centrado en los grupos de discapacidad intelectual leve y moderada.
En primer lugar, el estudio verifica que hay diferencias entre deportistas y no deportistas en satisfacción vital. En el grupo de personas deportistas, se comprueba que la práctica de deporte colectivo, o en equipo, frente al deporte individual se asocia con una mayor satisfacción vital y con una mayor satisfacción con la propia práctica deportiva. Además, los/as participantes identifican que la práctica deportiva es una actividad placentera, saludable y que permite relacionarse con los demás.
Como se esperaba, la autodeterminación es mayor en el grupo de deportistas comparados con las personas que no practican ningún tipo de deporte, en la línea expresada por Mc Guire y Mc Donell (2008). Cuando se analizan las dimensiones de la autodeterminación, se encuentra que las personas deportistas muestran más autonomía que las no deportistas. Dentro de esta última dimensión, hay diferencias en la subdimensión de cuidado personal y diario, a favor de los deportistas.
No se encuentran diferencias en auto regulación, creencias de control y eficacia y autoconciencia. No se encuentran diferencias en autodeterminación entre las personas que practican deporte individual y las que hacen deporte en equipo.
Estos resultados destacan la importancia de que las personas con discapacidad intelectual tengan acceso al deporte que garantiza la actividad física y los efectos positivos de la misma sobre la salud. La actividad deportiva es una actividad positiva que fomenta la autodeterminación global, la autonomía, la vida social y la satisfacción vital (Haigh et al.,2013). En las personas con discapacidad intelectual es preciso el desarrollo de las conductas auto determinadas, aplicadas a la vida diaria, para mejorar su calidad de vida (Peralta y González-Torres, 2009; Wehmeyer y Schwartz, 1998).
Por último, el impacto de la práctica deportiva en la satisfacción vital y en la autodeterminación puede verse modulado por factores ambientales, factores intrapersonales: edad, sexo, habilidades sociales, comportamiento adaptativo, el grado de discapacidad, así como el tipo de deporte y el acceso a otras actividades de ocio (Nota et al., 2007; Wehmeyer y Gamer, 2003).
La satisfacción vital plena de las personas con discapacidad intelectual mediante el deporte, deberá disponer de un entorno que contribuya con el cambio de realidad que percibe el sujeto y seguir la línea de inclusión social mediante la propuesta deportiva que ya plantea la misma persona, además de estimular la participación activa del mismo entorno (familiar, amigos, conocidos, etc.). Esto demanda dar a conocer las fechas de las actividades e invitar a los agentes externos en su participación.
Para concluir debemos conocer que los/as deportistas con discapacidad manifiestan tener percepciones corporales positivas, así como una satisfacción corporal moderadamente elevada, coincidiendo con deportistas sin discapacidad y a mayor identidad “atlética” mayor satisfacción con la vida, hecho que favorece a la cura personal en alimentación e imagen de la propia persona.
Referencias: