Qué es y como solicitar la tutela legal
La tutela es la forma jurídica que, ante la carencia de capacidad de autogobierno de una persona, designa a otra, denominada tutor, que tiene los siguientes derechos y facultades:
- Velar por el tutelado, educarlo, procurarle alimentos y una formación integral y, si procede, hacer todo lo que haga falta para la recuperación de su capacidad y para su inclusión social.
- Representar al tutelado y administrar los bienes. En los últimos 21 años se ha producido un crecimiento del 653 % en el número de personas bajo apoyo tutelar asumidas: se ha pasado de 343 a 2.239 personas bajo apoyo tutelar de las Entidades Tutelares de la AEFT entre 1998 y 2014 (Estudio sobre la situación de la tutela de las personas adultas con discapacidad intelectual en España. Servicios de apoyo al ejercicio de la capacidad jurídica. Asociación Española de Fundaciones Tutelares (2015)).
- La tutela puede ser ejercida por una persona física (que suele ser un familiar) o por una persona jurídica (que suele ser una fundación sin ánimo de lucro)
Para solicitar la tutela de una persona con discapacidad, se debe iniciar un proceso legal a través de una demanda presentada ante el juzgado correspondiente. Este proceso implica la presentación de pruebas que justifiquen la necesidad de la tutela y la capacidad del solicitante para ejercerla. Es importante seguir los procedimientos legales establecidos y obtener asesoramiento legal para asegurar el cumplimiento de todos los requisitos necesarios.
Tutor legal de un hermano discapacitado
Las personas en muchas ocasiones ven la discapacidad como un diagnóstico, en el caso de la mujer que tenemos el placer de entrevistar simplemente ve un familiar y mucho amor.
Presentamos el caso de una madre de familia y hermana de Antonio que tiene un 45% de discapacidad. Ella tiene su tutela, no porque lo haya requerido sino porque, muy a su pesar, es lo que se debe hacer en determinadas situaciones.
Hace sólo 6 años que la madre de ambos falleció. Dolores era viuda, desde muy tierna edad, sacó adelante a sus dos hijos luchando y sin quejas, solo con garra y pasión por encontrar su lugar.
Antonio, Toni para sus más allegados, tiene 74 años y vive solo. Antes de vivir en esta situación, vivía con su madre, ella controlaba sus salidas, su higiene y su bienestar; acompañada siempre del calor de su otra hija, Consol.
Dolores no quería que su hija sintiera como cargo los deberes que ella misma ya tenía; pero la familia lo es todo para Consol, y la suya no es solo la que ella ha creado con su marido y sus 4 hijos; su familia son todas aquellas personas que están en su día a día y la necesitan.
La muerte de Dolores fue un duro golpe para todos, pero ante estas situaciones hay que buscar soluciones. La primera solución que había que encontrar, según la abogada de la familia, era la incapacidad de Antonio. Consol se sorprendió ante este hecho, pues lo primero que se ha de hacer es denunciarle, y ¿cómo vas a denunciar a una de las personas que más quieres?
El proceso judicial fue algo más liviano de lo que muchos pensaban, y Toni, ni siquiera lo recuerda. No es importante en su día a día, aunque para Consol y los suyos sí. La incapacidad de Toni significa, sobretodo, que nadie le pueda ni engañar, ni manipular. Toni no tiene capacidad de firmar ningún contrato, ni puede tomar decisiones legales por sí mismo; para eso es tan importante que la tutela esté en manos de un ser querido, en este caso de su hermana.
Acordada la tutela, llega la vida real. Toni pasó una época rebelde, ya que como hermano mayor, sólo aceptaba órdenes de su madre pero ésta ya no estaba. Él, no quería someterse a un cambio de vida tan importante como trasladarse a la vivienda de Consol; es aquí cuando comienzan los pactos.
La vida no cambia aunque Dolores ya no esté, Consol acompaña a su hermano en las labores del hogar, ambos se van de compras cada mañana, ambos juegan día sí y día también un rasca y gana que les promete una ilusión constante.
El pacto se refuerza, Toni va cada día a comer y cenar a casa de su hermana, se encarga de pequeñas tareas domésticas en su casa y en la de ella, hasta administra parte de su dinero a su antojo. Hace poco tiempo, Toni colaboraba en el mercado semanal en un puesto de dulces, no porque quiera un sueldo, sino porque solo quiere una ocupación, un paquete de dulces y cambiar tres puestos más allá, un reloj por otro cada semana.
A Toni, le gusta la tecnología, le encantan las radios y televisiones, pero necesita supervisión; solo eso. “¿Toni te has duchado?, ¿Me has traído la ropa para lavar? Hoy toca afeitarse, ¡acuérdate!” Esa es la tónica habitual de su hermana, el resto del pacto Toni lo cumple como un reloj: a las 14:00h llega para comer, a las 20:00h para cenar. El resto del tiempo lo ocupa como él quiere, es su vida, son sus decisiones y todos son felices con estos acuerdos.
En referencia a la vida de Consol, ella ahora le da más de dos vueltas a los cambios en las rutinas, ya que no solo la implican a ella; también tiene que contar con Toni, y esto no lo lleva tan bien como él quisiera, ni tan mal como ella imagina.
Consol, actualmente compagina su núcleo más directo, su relación más personal, con sus 4 hijos, sus nueras, su yerno, sus nietos y su marido, con la vida que ha decidido, desde siempre, con su hermano. Por ello, Consol ya se casó haciéndole saber a su compañero de viaje que era una vida compartida.
Al final lo más importante de Toni y de Consol, es que son hermanos, pero lo mejor de todo es que el amor y cariño que Consol profesa, llega a todos y cada uno de los miembros de su familia, con la misma calidad y el mismo calor.
Entrevista a Consol López, hermana y tutora de Toni.