La discapacidad en primera persona

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Hola me llamo Sergio, actualmente tengo 22 años, tengo un retraso mental leve; os explicaré un poco mi historia y mi vida con el deporte.

Los primeros recuerdos me vienen cuando era pequeño, en Primaria, tenía unos 8 o 9 años, en la hora del patio normalmente jugábamos a futbol y cuando hacían los equipos siempre me dejaban el último para escoger, incluso, a veces, llegaba y me decían que ya tenían los equipos hechos, parecía que no querían jugar conmigo.

En la hora de Educación Física era algo parecido, cuando comenzábamos a hacer una actividad yo siempre me intentaba poner con las chicas porque eran las que más me entendían. Los chicos creo que no comprendían porqué fallaba y, cuando una actividad no me quedaba clara, venían y me decían que dejara de jugar, que no les molestara.

Cuando acabé la Primaria y pasé a Secundaria dado que era nuevo en el instituto, los de los cursos mayores o incluso los de mi edad me hacían un poco de bullying (acoso escolar) porque claro no entendían por qué yo hacía cosas que a ellos les parecía raras como no entender los ejercicios de clase, fallar en cosas fáciles o preguntarle mucho al profe.

En extraescolares me apunté a un equipo de básquet que es un deporte que me ha gustado desde pequeño y lo que yo siempre he querido, es poder disfrutar de un deporte en equipo, pero, en este caso, no lo podía disfrutar porque en los entrenos me gritaban tanto el entrenador como los compañeros. Yo me esforzaba cada semana en los entrenamientos, aun así, a la que yo hacía mal una actividad me dejaban casi siempre fuera de la convocatoria o a lo mejor me dejaban jugar 2 o 3 minutos o quizás ni eso estaba allí sentado en el banquillo y nada más. Mis padres se dieron cuenta de esto y me dijeron que escogiera otro deporte porque en este no estaba disfrutando ni estaba jugando que era lo que yo quería, entonces, les dije que quería probar futbol sala porque también es un deporte en equipo, veía algún partido por la tele, me hizo gracia y quería probarlo. Pero volvemos a lo mismo, en los entrenos me gritaban, no me pasaban la pelota, quizás jugaba 2 o 3 minutos o no jugaba nada. Incluso me acuerdo que, en un partido, me dijeron que no podía estar en el banquillo con ellos, todavía no entiendo por qué tenía que estar en la grada, cuando yo ya tenía la equipación puesta y estaba animando a los compañeros.

Después de todo esto tuve que estar un año sin hacer nada de deporte, porque no encontraba un equipo en el que poder decir que estaba disfrutando, que me ayudaban o que jugaba. Después de este año, volví a básquet, al mismo equipo. creyéndonos (tanto yo como mis padres) que la cosa podía cambiar, pero estaba bastante equivocado. En los primeros días de entreno ya empezaron los gritos para que hiciera bien los ejercicios, empezaron a dejarme de lado y ahora no era el “casi siempre” de antes, sino que me quedaba fuera de la convocatoria siempre. No jugué ningún partido de la primera vuelta de la temporada, entonces yo mismo tomé la iniciativa; hablé con el entrenador para pedirle ayuda y tiempo en los partidos, sin gritos y con educación, al encontrarme con la poca predisposición, decidí volver a marcharme del equipo.

Ahora la cosa ha cambiado un poco, actualmente estoy en Demanoenmano, llevo 3 años y también llevo los mismos años jugando a balonmano junto a unos cracks. Entreno 2 horas a la semana una de ellas es con mi equipo especial, con él que también compito y otra con el equipo senior del club, con el que solo entreno.

En Demanoenmano, tenemos 2 ligas de balonmano que tienen reglas diferentes. En nuestra liga jugamos 6 jugadores/as incluyendo el portero, tenemos puntuaciones diferentes; hemos incluido la puntuación del fair play (juego limpio), la cual fomenta el respeto. Supongamos que el partido acaba 15 goles a 20 goles, imaginemos que al equipo que lleva 20 goles, le quitan el punto de la puntualidad y del respeto al rival y al entrenador propio, pues por mucho que hayan ganado por goles acabaran perdiendo o empatando el partido.

Este año también en Demanoenmano se ha hecho una selección tanto masculina como femenina. Estoy dentro de esa selección, deseo que dure mucho y si se da la casualidad y la oportunidad de poder jugar una competición internacional, pues mucho mejor.

Mi trabajo, actualmente, es ir haciendo charlas sobre el deporte y la discapacidad por colegios e institutos de toda Catalunya; hay viajes que son súper lejos, pero me mola muchísimo este trabajo porque veo que los niños y niñas me entienden y pueden ayudar a otras personas en mi situación.

Así que, hasta aquí mi historia, espero que guste a todo aquel que la lea y muchísimas gracias por vuestra atención os deseo lo mejor y un abrazo muy grande para todos.

Sergio Herrero,

Jugador del Felmar CH Canovelles groc y de la Selección masculina Demanoenmano, y tallerista de los talleres de concienciación sobre deporte y discapacidad que Demanoenmano ofrece en los centros escolares.

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