La entidad Demanoenmano nació en 2013 para dar oportunidades a través del balonmano a personas con discapacidad intelectual para practicar deporte. Hablamos con la fundadora del proyecto y actual coordinadora general.
¿Cuál es la experiencia que da lugar a Demanoenmano?
Hace tiempo yo era jugadora, entrenadora y coordinadora de un club. Entonces entrené un grupo de chicos y chicas con discapacidad intelectual, al que después se añadieron más personas que querían jugar, y creamos una competición de balonmano inclusivo.
¿Por qué bautizaron el proyecto como Demanoenmano?
La iniciativa surgió del balonmano, pero la historia es más peculiar. Antes que existiera en Cataluña, un compañero de arbitraje argentino creó la entidad en su país. Entonces, cuándo vino al Mundial de Balonmano que se celebró en Barcelona, me propuso que le pusiera este nombre a la iniciativa que estaba llevando a cabo. Lo curioso es que ahora en Argentina ya no trabajan y nosotros sí.
Y poco en poco se ha ido abriendo a horizontes no deportivos.
Exacto. Todo empezó con el balonmano y, a medida que avanzábamos, vimos que en el mundo de la discapacidad y de la salud mental había muchas carencias en el deporte, y también en el ocio. Por este motivo hemos añadido actividades como ir al cine o hacer excursiones en la nieve.
¿Cuáles son los valores que guían los proyectos de la entidad?
El valor principal es que las personas con diversidad, tanto por discapacidad, intelectual, trastornos de salud mental o riesgo de exclusión social, puedan tener oportunidades. El eje es dar opciones a las personas, que puedan elegir y, a partir de ahí, tener una vida como cualquier otra.
¿Qué importancia tiene esta capacidad de elección en las personas que ayudan?
Al final no todo el mundo tiene las mismas opciones; no sólo en el mundo de la discapacidad, pero justo en estos colectivos hay muchas carencias. Que un niño, una niña o una persona adulta pueda hacer deporte en un club, o pueda disfrutar de ir a bailar o de ir al teatro, le da unas opciones que quizá antes no existían y limitaban sus posibilidades.
¿Nos podría hablar sobre proyectos que lleven a cabo en la actualidad?
Tenemos cuatro ámbitos de trabajo centrales. La parte deportiva, de ocio, la competición de balonmano y la sensibilización a las escuelas. En cuanto a la parte deportiva, sobre todo hacemos actividades no competitivas de todo tipo en escuelas, centros educativos de educación especial o residencias. Por otro lado, organizamos las jornadas inclusivas, en las que juntamos centros educativos de niños con discapacidad con centros educativos de niños sin discapacidad para que puedan disfrutar del deporte conjuntamente. De las actividades de ocio ya hemos hablado.
¿Y los otros dos?
Sí, las dos vertientes que me gustaría destacar son el soporte deportivo que damos a niños y niñas que tienen alguna discapacidad y van a una escuela o realizan una actividad extraescolar ordinaria, para que puedan disfrutar de las actividades como sus compañeros. Y por último, los talleres de concienciación que hacemos en escuelas en qué una persona con discapacidad explica la suya experiencia relacionada con el deporte. Esto es muy importante para que vean que todo el mundo puede hacer deporte y que no debe excluirse nadie.
“Las personas con diversidad deben tener oportunidades”
Merce Cana
